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San Palermo

Minuto 48 del segundo tiempo Argentina iguala en un tanto contra Perú, última jugada del partido, corner que va a ejecutar Federico “Pocho” Insua, rechazó de un hombre peruano, Ángel Di Maria, la devuelve al área, el Pocho toma el centro, tira un buscapié y en el diluvio de la noche la pelota infla la red hasta el fondo.


Previo al empate de Perú y antes del gol argentino, la gente comenzó a cantar por quién iba a ser el héroe de la noche, Riquelme había dicho que si entraba 20 minutos hacia un gol, Cuatro de punta se preguntaba como nos iba a sorprender esta vez, y él, Martín Palermo o San Palermo salvo a la Argentina de un desastre.


Emoción en todo el estadio, ¿Qué más se pude pedir para una noche perfecta? Que el gol lo haya convertido con la nariz y el labio roto, producto de un golpe que recibió no es nada raro o sorprendente, si se tiene en cuenta la vida del optimista del gol.


Argentina estaba casi con un pie afuera del Mundial y él convierte el gol agónico en el último minuto. Un final de película u otro capitulo más para su vida de película.


¿Qué más Martín? Ya no le alcanza con convertir goles de todas las maneras posibles, con ser uno de los máximos ídolos de Boca, también sueña con ser un fenómeno nacional.


Palermo afirmaba que quería dejar esa terrible imagen luego de la Copa América de Paraguay 99, donde erró tres penales y el fútbol otra vez le dio revancha, 10 años más tarde.


Muchos creen que para Martín dejar a la selección dentro del mundial, podría ser su broche de oro para su espectacular carrera. Sin embargo, Palermo, el titán o San Palermo, sueña con marcar un gol en la final del Mundial de Sudáfrica 2010. Habrá que esperar para ver como otra vez nos sorprende, y finaliza la vida de un jugador de película.



1 comentarios:

juli dijo...

me emociona, y me encanta que el fútbol me emocione...